Por Juliana Rodríguez
Era una de las deudas pendientes del año pasado, y hacemos bien en saldarla. Misfits (podría traducirse como “inadaptados”) es una de esas series que sólo los ingleses pueden lograr: tiene humor, realismo, ciencia ficción, drama y personajes para saborear. Los británicos, además, siguen haciendo bien algo que los estadounidenses no han logrado: comedias que narran la vida de las clases obreras, con naturalismo y a la vez con toda la incorrección necesaria (como Sugar Rush, Shameless, Beautiful people).
La historia de Misfits: cinco chicos son condenados a trabajos comunitarios por mala conducta. Juntos son afectados por un rayo que cae en Londres y que le dejará a cada uno extraños poderes: el antisocial se vuelve invisible; el atleta anticipa el futuro; la marginal lee las mentes; la seductora se vuelve literalmente irresistible. Si Glee es el lado B de Higschool Musical, Misfits lo es de Héroes, nada menos heroico que un grupo de adolescentes de los suburbios, delincuentes, ebrios, drogones y pendencieros. La serie tiene un tono justo, humor en buenas dosis y giros de la trama que van del policial, al fantástico o a la comedia. Cosas imperdibles: los actores (llegarán lejos), la música (gran banda de sonido) y la duración (son capítulos de 45 minutos pero de temporada corta, la primera de sólo seis episodios). Lo mejor: ya está disponible la segunda. Y habrá tercera.
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